martes, diciembre 16, 2008

Campamento Táctico

El fin de semana ante pasado (6 y 7 de diciembre) nos jutamos 25 personas y nos fuimos de campamento a un lugar cerca de Tejupilco (Almoloya de las granadas, me parece).


Si creen que una procesión de 25 canijos es bastante interesante, no tienen ni idea de cómo nos veíamos... todos vestidos de militares: botas de seguridad negras, pantalon de comando, camisola, gorra, casco y lámpara, todo negro; el único cambio de color fue el del talegón (la mochila) que es verde militar.


La salida fue de lo más recreacional con casi 3 horas encerado con otros 3 en el carro, platicando de un montón de tonterías: desde chistes de pepito hasta filosofía y religión.



En fin, llegamos al pueblo, y luego de unos 3 KM de terracería, llegamos al lugarcillo que aparece en la foto, donde levantamos el campamento... fue entonces que averiguamos que sólo unos pocos de nosotros (los mayores, curiosamente) sabíamos lo ke estábamos haciendo.


Se levantaron las casa de campaña, se señalaron la casa de los mandos y la de la cocina.


Luego se nos ordenó cambiarnos de ropa: Karategi negro para todos (a excepción de un par de colados que no pudieron conseguirlo a tiempo).


30 mintos de calentamiento (correr entre cardos y piedras resulta ser un muy buen ejercicio de reflejos) y casi 2 horas de entrenamiento después comenzamos el verdadero ejercicio: Bajar al lecho del río.



No les hago el cuento largo, pero fué toda una travesía... en parte porque con los zapatos que usamos para entrenar se pueden sentir hasta lso pastitos debajo de los piés... y ya no digamos las piedras.


Bajamos hasta que ya no pudimos ver y luego emprendimos el tortuoso camino de regreso (donde se demostró, una vez más, que los más experimentados en camping podemos hallar nuestro camino en la oscuridad, en caso de que surja la necesidad).


Luego se organizaron las guardias, mientras las chicas ponían manos a la obra y preparaban la cena (ha sido uno de los platos de cereal que más he disfrutado en mi vida, no por la cocinera, sino por la sed generada por el ejercicio y el calor). Después de la cena tuvimos un rato de esparcimiento y fiaca desbordante al rededor de una fogata; donde disfruté tener un rango (Cabo... ya sé que se dice "quepo", pero para éste caso en particular es Cabo... lo siento, chiste local, y malo para acabar =P) para así poder dar órdenes y agilizar el trabajo.


Sin lugar a dudas tener un negocio propio es una gran ayuda para éstas ocaciones.



Me tocó ser el oficial a cargo de la guardia de 3 a 4 de la mañana (T_T); y fuera de espantar a un par de ratas de campo y un zorrillo (aunque los espantados resultamos ser nosotros, con la peste) estuvo bien. apesar del frío casi inhumano que hace en esos lares, pero como todas las guardias a partir de la 1 de la mañana se quejaron de los misno, no le ví caso a repetirlo.


A las 8 estábamos todos arriba, comenzando el calentamiento para abrir el apetito (y darles tiempo a las cocineras de hacer el desayuno ^-^).

En ésta ocación hicimos carerra con el uniforme militar y las armas, luego practicamos Katas durante un par de horas, recordando todo loque hemos aprendido en calses, después nos tocaron hacer 2 circuitos con obstáculos:


El primero en solitario, y el segundo cargando un "herido".


Y debo decirles uqe el ayudar a un "caído" en el campo de batalla es agotador, puesto que no sólo tienes que cargar tus cosas y pasar por los obstáculos por los que pasaste sólo... ahora tienes que hacer lo mismo llevando otra persona a cuestas.


Mis respetos para los que lo hayan hecho enu conflicto real, por que antes de los 50 metros ya estaba resoplando de cansancio.

Después de ésto por fín desayunamos, y nos organizamos para la siguiente actividad: una práctica con Katanas.

Desafortunadamente nos tuvimos tiempo de hacer gran cosa, por que nos habíamosquedado con las ganas de bajar al río (la vez pasada no lelgamos por 2 cosas: 1 se hizo noche, y 2 necesitábamos el equipo de rapel porque había que bajar unos 60 metros de roca vertical hasta el lecho del río)

Así pues, organizamos un grupo de avanzada que se adentraría en la espesura para buscar un camino más acorde para bajar, y reportartlo por radio.


Wicho ("El ché wicho"), Roberto ("El cristo"), Francisco ("El Zuri"), Eliut ("El manatí encayado") y yo ("El tío Largo") nos ofrecimos.


Salimos temprano y bajamos la ladera siguiendo a un par de lugareños que se habían ofrecido a ayudarnos y en unas hora habíamos lelgado aun puente colgante! tal y como los ponen en las películas, con maderas viejas y corroidas amarradas con cuerdas.

Pasamos de ida, y luego nos dimos cuenta de que la grán mayoría de nuestros compañeros no querrían pasar.... así que nos regresamos.


A fin de cuentas encontramos el río, y nos dimos un zambullida mientras llegaban los demás.

El agua estaba helada, y la corriente era bastante fuerte, por lo que no nos atrevimos a cruzarla a menos que fuera con una cuerda, y como no lo llevávamos con nosotros, simplemente nos abstuvimos y mejor no spusimos a entrenar con el agua hasta el cuello.... lo cual es bastante difícil, tomando en cuenta de que estás haciendo fuerza debajo del agua y contra corriente (y que te estás helando).


El agua era azul y refrescante por lo que hice lo que siempre hago cuando llego a un lugar así.... me tiré un clavado. que después resultó ser una buena idea puesto que la subida de regreso estuvo bastante pesada y el agua que conservaba en mis zapatos me mantuvo fresco durante todo el trayecto =P


Bueno, hasta aquí lo dejo, ya que el resto del viaje fue sólo levantar el campamento y regresar al pueblo (donde al parecer las chicas del lugar se divertían pasando como en pasarela ante nosotros) y leugo la carrettera de regreso a Toluca.